Madres, ¿quién podría verlas como malvadas?
Una madre nunca diría: "Muere", desalmada,
sabiendo lo que sufrió al criarme en su morada.
Para mí, ella nunca me crió, o quizá si y fue tan efímero,
que mi mente olvidó aquel recuerdo tímido.
No amo a mi madre, tampoco la odio,
no siento nada, solo un vacío en mi folio.
Si ella muriera, mis ojos no llorarían,
su partida, tal vez, ni la sentirían.
Tiempo atrás se me ofreció la partida,
irme en paz, sin dejar herida.
Pero ella y mi padre me la arrebataron,
y a mi miseria eterna me condenaron.
Pude ser "Mashiel, tranquila y callada",
la que nunca socializa, la que siempre está muda.
Ahora soy un ser despreciable y vil,
marcado por el dolor de este mundo .
Si hubiera muerto antes, habría paz hallado,
sin malos recuerdos,
sin un corazón quebrado.
Sin un amor fallido que me marcó al pasar,
dejándome en la miseria,
sin fuerza para amar.
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